The Circle (Dave Eggers), un mundo transparente y feliz

Algunas reflexiones desordenadas sobre el bien y el mal a partir de la última novela de Eggers

The CircleLa gente siempre ha soñado con vivir en un mundo perfecto y feliz. Un anhelo que se ha concretizado muchas veces en obras filosóficas, literarias o cinematográficas de ciencia ficción que imaginan y describen cómo habrá de ser esa utopía. En los mejores casos estas descripciones de mundos ideales han dado origen a un subgénero de la ciencia ficción, la distopía. Hay muchos y excelentes ejemplos de distopía en la historia de la literatura. The Circle de Dave Eggers (que me hizo pensar mucho en Un mundo feliz de Aldous Huxley), es quizás el más reciente de ellos. La novela de Eggers también habría podido llamarse Hacia un mundo feliz.En la trama de la novela, El Círculo es una empresa multinacional especializada en productos y servicios relacionados con internet. Cualquier parecido con Google y con las grandes redes sociales de internet no es mera coincidencia.

Haciendo a un lado por el momento la ficción, en el mundo real imperfecto de todos los días, todo comenzó en los años noventa del siglo pasado. Comenzó como un proyecto generoso impulsado por jóvenes inteligentes, altamente calificados (nerds, se les decía) todavía a medio camino entre el hippy aventurero sin intereses comerciales y el pequeño empresario que se inicia de cero y que en pocos años ha conseguido hacerse un nombre y un prestigio por cuenta propia. Esos fueron los orígenes de muchas de las compañías que surgieron entonces en el contexto de la popularización del uso de la world wide web.

Lo fascinante de la era internet en la que vivimos es el ritmo vertiginoso en el que suceden las cosas. Todavía me acuerdo, y no como algo muy remoto, de cuando el principal buscador en internet se llamaba AltaVista. Esta empresa comenzó en 1995. En 1996 ya se había convertido en una millonaria empresa que acaparaba el porcentaje más alto de búsquedas que se realizaban en la web. Y no se había terminado el siglo XX, no habían pasado ni cuatro años, cuando ya buena parte del mercado de AltaVista estaba en manos de una nueva compañía, Google. Hoy la mayoría de la gente que se conecta diario a internet nunca ha oído hablar de AltaVista.

Como a nosotros, los internautas, lo que más nos interesa es que las cosas funcionen bien y no pensamos en el por qué, el cómo, ni en las posibles consecuencias de la eficiencia, más o menos hacia el año 2000 yo y toda la gente que conocía ya nos habíamos pasado al buscador de Google. La eficiencia de los resultados eliminó en menos de lo que canta un gallo cualquier competencia en esta área. Google, en donde el espíritu empresario aplastó totalmente la pequeña debilidad del hippy aventurero de los comienzos, es catorce años más tarde no sólo la base de datos más poderosa de internet sino también una de las multinacionales más importantes del mundo.

Clipboard07Ahora la ficción (una vez más, tan cerca de la realidad que no puede ser coincidencia). Miles de millones de personas viven hoy permanentemente conectadas a la red. Mercer, uno de los personaje de El Círculo, decide en cierto momento desaparecer de la mirada del mundo, es decir del control de los múltiples dispositivos electrónicos que nos rodean. Un propósito no muy fácil en estas épocas en las que el pequeño planeta Tierra en el que sobrevivimos siete mil millones de seres humanos está cada vez más controlado por cámaras de vigilancia instaladas en los sitios más inimaginables. No solamente en las ciudades en donde vive la mayoría de la gente, sino en selvas, bosques, montañas, lagos, océanos. La idea es que se pueda ver todo lo que pasa todo el tiempo en todas partes del mundo. Vivimos en la era del acceso. La cámara nos dará acceso a todo lo que queramos. ¿Se puede desear más?

En el mundo de El Círculo (no muy distinto del nuestro) todavía no se ha completado la instalación de cámaras en toda la superficie del planeta pero se está avanzando rápidamente en el proceso. Por eso cuando los que tienen la sartén por el mango deciden encontrar a Mercer – porque nadie tiene derecho a desaparecer del mundo, si quieres ocultarte es porque tramas algo malo – será cuestión de minutos dar con su paradero en una cabaña en el bosque, un lugar aparentemente in the middle of nowhere. Eso era antes, en el mundo súper vigilado y súper controlado de hoy ya no existen lugares en medio de la nada. Mercer quiso ponerse al abrigo del control del sistema para lo cual se fue a vivir a una montaña sin teléfono celular y sin acceso a internet. Pero esto no es suficiente en nuestra era porque antes de ‘desaparecer’ hemos revelado ya tanto de nuestras vidas que no es difícil que nos sigan la pista.

NSAEn el mundo real, lo que comenzó en los noventa como un proyecto generoso que buscaba poner la información al alcance de todos, ya no solamente de las minorías privilegiadas sino de cualquiera que se sentara ante un computador conectado a la red, se ha ido convirtiendo en (poco) tiempo en una maquinaria monstruosa en la que vamos quedando todos atrapados inexorablemente. Quienes controlan esa maquinaria tienen el mundo en sus manos. Quienes controlan esa maquinaria no son solamente los gobiernos, la NSA y agencias por el estilo, sino también corporaciones privadas que han crecido tanto que son capaces de poner en jaque a los mismos gobiernos. En el mundo fantasioso del (Google) Círculo quienes controlan el aparato se las está arreglando para hacer irrelevante los gobiernos. [Pero este es otro tema].

La vida privada

google_logo_2Yo soy la suma de una serie de datos que hoy se encuentran archivados (de manera indeleble, este detalle es importante por eso lo subrayo, Google nunca olvida) en la web y que cualquiera puede buscar y usar a su antojo. Una parte de esos datos se los he proporcionado yo misma a internet a través de las redes sociales en las que participo, y del más mínimo movimiento realizado en línea. Otra parte de los datos es la que otros han suministrado sobre mí, sobre la situación de mi salud (mi dossier médico), de mis finanzas (conocen todas las movidas de mis tarjetas bancarias), mi situación legal (¿hay algún crimen en mi hoja de vida?). La otra es la que ellos saben de mí por deducción algorítmica. Saben por ejemplo que me gusta la ópera lo cual no parece grave, pero saben también que me he bajado algunas veces artículos de Noam Chomsky y de Slavoj Zizek, dos grandes criticones del neoliberalismo y de varias cosas más sagradas en el mundo económico occidental. Lo cual tampoco es necesariamente grave salvo que un día por alguna razón yo sea objeto de una búsqueda virtual y los buscadores decidan que tanto Chomsky y tanto Zizek en mi base de datos no debe ser tan inocente. O que el banco decida no concederme un préstamo solicitado porque resulta que en mi historia clínica hay indicaciones de enfermedades cardiovasculares y, bueno en estos casos los bancos no corren riesgos.

Cuando lo saben todo de ti quedas en un estado de vulnerabilidad total frente al mundo. Cuando conocen todos tus puntos débiles quedas al desnudo. Esto es lo que en el lenguaje corriente se llama el fin de la vida privada, la pesadilla totalitaria de nuestros días de la que la mayoría de los que nos pasamos el día prendidos al computador, pagamos las compras con tarjeta bancaria y usamos un celular no es todavía muy consciente. los-samaforosUn amigo mío se dio cuenta hace poco que el sistema sabe dónde aparca el coche todos los días, y de qué hora a qué hora está su coche aparcado en tal o cual calle. ¡Qué horror, ya no se puede cometer un crimen! Exclamó. Su novia quiso saber qué hacía él el 16 de junio de 2013 entre 9 y 12 de la noche en una calle en un barrio que ellos no acostumbran frecuentar.

good-and-evilLa vieja alternativa entre el bien y el mal

Desde sus comienzos la humanidad viene reflexionando sobre el bien y el mal, las dos grandes fuerzas que supuestamente guían el comportamiento humano, con las aspiración de que finalmente algún día el bien triunfe sobre el mal. Que algún día el mundo sea perfecto y feliz. Algunos creen que esto se realizará en la otra vida, en el cielo, después de muertos.  Otros creen que eso puede ser una realidad en la tierra, y con una u otra trama ideológica se intentan modelos del Bien para la felicidad terrenal. Los ejemplos en la historia son de sobra conocidos.

san_spy_madrid_spain-6El Círculo ha crecido tanto que tiene en sus manos el poder de imponer el Bien en el mundo, de crear un mundo feliz. En vista de que había tantos casos de corrupción (el mal) entre los dirigentes políticos, El Círculo lanza entre su cada vez más grande comunidad de miembros la idea de que los políticos se hagan ‘transparentes’. Esto quiere decir que deberán llevar prendida al cuerpo una cámara que registre todos sus movimientos 24 horas al día. Porque cuando es observada, cuando se sabe observada, la gente se porta bien. Esto es lo que quieren los jefes de El Círculo, que la gente no tenga la opción de portarse mal. Si no existe la opción del mal el mal desaparece. Y por el otro lado, si sólo existe la opción del bien entonces solo el bien es posible.

Uno de los personajes del libro cuenta que cada vez que él sale en viaje de negocios su esposa le aconseja, compórtate como si supieras que yo te estoy observando en todo momento. Y claro, un hombre que se sabe observado por su esposa no se atreverá a coquetear con la chica que lo mira de manera insinuante desde el bar del hotel, no beberá más de lo debido ni hará nada que le pueda suscitar alguna duda a la esposa que lo observa. Este hombre tendrá durante sus viajes de negocios un comportamiento irreprochable.

Para que el bien absoluto sea posible la gente tiene que tener un comportamiento ‘transparente’. Algunos se pondrán la cámara 24 horas para que los vean y al saberse observados no caer en la tentación del mal. Otro se comportarán como el marido de antes sintiéndose observado y eso les bastará para ser buenos. Mientras tanto todos le han ido revelando al Círculo (a Google, Facebook, etc.) los detalles de sus vida para que todo el que quiera tenga acceso a ella, a tus fotos de viajes, a tus fiestas cumpleaños, a los primeros pasos de tu bebé. De ese modo nos vamos volviendo más y más transparentes. Más y más buenos.

¿Y el libre albedrío?

libre albedrio1Hasta ahora todos los modelos del bien han terminado pareciéndose a una dictadura. La utopía se convierte una y otra vez en distopía.  La principal traba con la que se ha encontrado la utopía del bien absoluto tal como aparece en modelos filosóficos y en obras de ciencia ficción es la libertad. La necesidad de libertad sería una condición inherente a la naturaleza humana: la posibilidad de elegir entre el ‘bien’ y el ‘mal’, además de la posibilidad de decidir entre qué es bueno y qué es malo. ¡Líbranos del Bien, oh Dios! Podría ser el grito de guerra de los libertarios.

anthony-burgess-179909Si la sociedad sigue avanzando en el modelo de control al estilo google, los rebeldes del futuro (cercano) no serán otros que los defensores del derecho a la vida privada. Un movimiento que ya está comenzando a manifestarse.

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3 comentarios

  1. A propósito de eso de la sociedad hiper-vigilada , creo haber escuchado a Zizek decir algo muy importante. Parafraseo solamente:

    (reconociendo que nuestra época dista mucho de ser perfecta) El escenario actual de la política está abriéndose hacia zonas que antes se mantenían oscuras. Ayer, guerra fría mediante, y también antes, no era posible palpar el rol del Otro en el contexto global. Hoy sí lo es. Por un empuje democrático ciudadano cultivado por décadas, conocemos la estrategia de una potencia respecto de sus intervenciones en otros países, y sabemos, al mismo tiempo, que ellos nos observan y cuan lejos están dispuestos a llegar. Esto, según Zizek, podría verse como un estadio de cierta «democracia». Un nivel en el que tú, yo, pero también el poderoso Otro, muy poco interesado en atender lo distópico y lo utópico, sabe lo que hace cada uno.

    Debemos reconocer que las energías son totalmente desequilibradas. La fuerza que ejerce una potencia o un estado sobre una ciudadanía -que debe reunir a miles para convertirse en resistencia- es tanto más rápida y efectiva cuanto más se le cuestiona su ideario. No hay comparaciones. Defender la vida privada, por lo tanto, en ese contexto tan desigual, es casi un deber.

    Interesante el libro de Eggers. Apenas lo encuentre me pongo a leerlo.

    Saludos.

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    • Hola Rodrigo, gracias por tu comentario. El libro de Eggers es sin duda una lectura recomendada. En cuanto a la cita de Zizek, tiendo a estar de acuerdo aunque con cierta moderación. Como dice una de esas leyendas que circulan por las redes sociales, la gente hoy se siente famosa porque está en Facebook y cree que sabe mucho porque está Twitter. Es decir, la ‘democracia’ de las redes sociales es algo que todavía necesita más examen. Saludos.

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