Muro de México o Muralla de los Estados Unidos

Una de las ‘brillantes’ promesas que hizo el recién elegido presidente Trump durante su campaña fue la construcción de un muro que recorriera toda la frontera de EEUU con México. Así pues, un muro de unos 3 144 kilómetros. Una especie de Gran Muralla, como la china. No tanto por la extensión, porque la china es seis veces más larga, sino por su función. Un muro es una barrera que se construye para evitar el paso de uno de los lados al otro. Como el muro de Berlín que impedía a los berlineses del este cruzar al oeste. Una muralla, se me ocurre a mí, se aproxima más a una fortaleza, algo que se construye con un objetivo de defensa, para defender y proteger a los que están de un lado de los ataques e invasión de quienes están al otro lado.

Así que lo que no sería más que una “pinche pared” para los mexicanos como dijo el actor Gael García en un tuit de esta mañana, será toda una muralla estadounidense visible desde el espacio, para salvaguardar a los ciudadanos de ese país de la barbarie y la miseria de mexicanos y centroamericanos. Una muralla desde el Océano Pacífico hasta el Golfo de México llamada a engrosar la lista de las maravillas infames de la humanidad.

Pero lo que mucha gente olvida es que esta muralla ya hace tiempo comenzó a construirse. Incluso fue en tiempos de Bill Clinton cuando el muro se extendió y consolidó más rápidamente. (Por si acaso alguien tiene curiosidad, en este enlace se puede ver un corto video de la BBC Mundo que explica la construcción del muro: http://www.bbc.com/mundo/noticias-america-latina-36466006 )

Otra cosa de la que tal vez tampoco se habla mucho es que la construcción de esta muralla es extremadamente popular en los Estados Unidos, y no solo entre los trumpistas. Robert J. Samuelson, un conocido columnista del Washington Post escribió hace poco: “Sólo porque Donald Trump no esté calificado para ser presidente -y porque gran parte de su agenda sea aborrecible e indeseable- no significa que todo lo que diga sea automáticamente incorrecto. Algunas de sus ideas merecen consideración y promulgación. Una de ellas es la construcción de un muro en nuestra frontera sur con México”.

Build the Wall!, coreaban repetidamente los partidarios de Trump durante la convención republicana. Trump también prometió que serían los mexicanos quienes pagarían por la construcción del muro. Lo que me hace pensar en lo que sucedía en los campos de concentración alemanes en los que los prisioneros judíos debían cavar la fosa en la que, una vez terminada, caerían con un disparo en la espalda.

Pero, además, Trump quiere que el muro sea hermoso. Por eso, siguiéndole la corriente al nuevo presidente, un equipo de arquitectos mexicanos lo ha imaginado de color rosa, y se vería así:

Y así:

¡Qué lindo! Los arquitectos mexicanos también imaginaron que del lado estadounidense se podrían construir modernos y elegantes centros comerciales para resaltar las diferencias de la realidad de uno y otro lado , y miradores para que los estadounidenses puedan observar desde su seguridad y confort el paisaje mexicano.

Hay otros que ven en la construcción de este muro oportunidades económicas, como esta empresa israelí, Magal Security Systems Ltd, especializada en muros de defensa y seguridad, y a la que sin duda no le falta experiencia en esta área, como lo demuestra la ‘valla inteligente’ que construyeron entre la Franja de Gaza y los territorios ocupados. No es mala idea, porque además de hermosa la muralla de los Estados Unidos deberá ser inteligente para garantizar una completa eficiencia. No como ahora con la actual valla a la que los mexicanos andan haciéndole huecos y abriendo resquicios para comunicarse con los del otro lado.

Bueno, ya veremos qué pasa con este proyecto que tanto entusiasma a la mayoría de los estadounidenses, incluso muchos de los que no votaron por Trump. Por ahora queda esperar que Donald Trump, como suelen hacer los candidatos cuando llegan a ser presidentes, no cumpla con las promesas de su campaña.