A falta de margaritas, que les den marihuana

Ahora que los estados de Washington y Colorado en los Estados Unidos están afinando los mecanismos para darle vía al mercado legal de la marihuana en sus territorios, ha surgido el tema de qué hacer con los sobrantes de los cultivos de cannabis, ramas, tallos, raíces  y todo lo que no se usa.

Un problema de lujo. En todo caso es lo que parece haber pensado Susannah Gross, la propietaria de una pequeña finca al norte de Seattle, quien junto con otras personas están experimentando en la transformación de los desechos agrícolas de la marihuana en alimento para los cerdos.

Los cuatro cerdos del experimento que recibieron un alimento enriquecido con residuos de cannabis engordaron hasta 30 libras más que los que no recibieron este alimento. La carne de los cuatro cerdos se sirvió como parte del menú  de un restaurante del mercado de Seattle durante una celebración especial un día de marzo. Algunos de lo que participaron en la comida dijeron que la carne tenía mejor gusto que la de un cerdo corriente.

No es de extrañar. Si los cerdos alimentados con bellota en España producen una carne de una categoría especial de alta calidad que da lugar al famoso y muy costoso “jamón de pata negra”, los cerdos alimentados con cannabis resultarán en una carne de un gusto particular para la que la señora Gross ya debería estar pensando cómo comercializar. Jamón de pata verde, por ejemplo. O jamón cannábico. Algo se les ocurrirá.

Esperemos que este proyecto siga adelante. Los cerdos de todos modos están ahí.  Si pueden servir de medio para solucionar el problema de los desperdicios de la producción de cannabis, a la vez que los animales van a engordar más (como ha mostrado el experimento, señal quizás de que les gusta el alimento cannábico y de que son más felices que comiendo alimentos industrializados) podrían convertirse en un nuevo aporte culinario de la cocina de la costa occidental de los Estados Unidos.

Un detalle más: nadie podrá quejarse de que les estén dando margaritas a los cerdos, mientras que el jamón de origen cannábico sería una ‘delicadeza’, un manjar (una margarita) para los carnívoros de la especie humana.