Sobre plástico y pandemia – Los desechos de la Covid-19

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John Cameron, Unsplash

Al día siguiente de que abrieran los cafés en Berlín, me fui al Espresso House que está cerca de casa a tomarme un buen capuccino en la terraza. Como es costumbre, al pedirlo les dije que no era para llevar, era para tomarlo ahí. En este caso, normalmente te lo dan en una taza de loza. Por eso me sorprendió que me lo dieran en uno de estos vasos de cartón con recubrimiento interior de plástico, y fuera de eso con una tapa de plástico que ni siquiera era necesaria. Pensé que se habían equivocado y protesté: es para tomar aquí, recalqué.

No se habían equivocado. Ahora, en tiempos de pandemia, que te vayas o te quedes, el café te lo dan en este tipo de recipiente de un solo uso que antes de quince minutos irá a dar al tacho de la basura. Por cuestiones de higiene, me dijeron.

De modo que ahora, «por cuestiones de higiene» se ha triplicado la producción de desechos plásticos en el mundo. Los cubiertos y platos de plásticos, que en algunas partes habían desaparecido, han vuelto a aparecer. Las mascarillas, después de dos horas no sirven, y ¡zas!, a la basura. O al suelo. Igual los guantes, las botellitas de gel desinfectante que, como hay que usarlas con bastante frecuencia, se acaban rápido y como no hay modo de rellenarlas, entonces hay que tirarlas.

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Merch Husey (en Londres), Unsplash

La realidad es que ya antes de la pandemia, la industria plástica estaba en pleno apogeo debido a los bajísimos precios del petróleo. Según este artículo de la revista TIME, en febrero de este año, en Estados Unidos se dio permiso para la instalación de 343 nuevas plantas de producción de plástico. La idea de esta industria es triplicar la producción para 2050.arshad-pooloo-FK3s0hRpMNM-unsplash

Arshad Pooloo, Unsplash

En estos momentos hay una superproducción de plástico en el mundo. Se produce más del que se puede usar. Por ese lado a esta industria le ha venido bien la pandemia, que ha sabido impulsar en su beneficio los argumentos de la higiene y los riesgos para la salud -que convencen a mucha gente. Las bolsas reusables de repente se convirtieron en focos de virus, por lo cual aconsejan que lo mejor es volver a la bolsa de polietileno de un solo uso. Según lo denuncia este artículo de Vice News, en Estados Unidos, el lobby de la industria del plástico está presionando fuertemente para que se revierta la prohibición de bolsas y otros artículos desechables que ya se aplicaba en muchas partes del país. Y en la India, un país que en 2018 adoptó «un poderoso e impactante plan anti-plástico», según El País, está viendo un regreso de las bolsas de un solo uso con el pretexto de que el virus se queda en los objetos reutilizables. Como si no se quedara también en el plástico.

En un país como Francia, el 40 por ciento de todo el plástico se usa para el empaquetado de los productos. El Huffington Post escribió que a finales de marzo de este año, en ese país este sector se incrementó en un 30 por ciento debido al aumento del embalaje de alimentos, y de productos de higiene y detergentes. No creo que sea muy arriesgado concluir que debe haber también un 30 por ciento más de desechos plásticos. Hoy día no es raro caminar por la calles de las ciudades y tropezarse con frecuencia con este tipo de desperdicio (que hace dos meses no se veía) porque hoy los botes de basura no dan abasto, están desbordados de vasos, botellas, platos, guantes, mascarillas que se desparraman y son arrastradas por el viento. Ahora todavía están por aquí ensuciando las calles, pero no tardarán en llegar a su destino final, el mar.

 

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Brian Yurasits, Unsplash

Como dice un periodista científico de la organización ambientalista Ensia, que nos guste o no, el plástico (por desgracia) nos va a acompañar todavía por mucho tiempo. Y aporta un dato aterrador: menos del 10 por ciento de todo el plástico que se ha producido en el mundo desde los comienzos de su uso se ha reciclado. Hay muchas razones para esto, pero las principales tienen que ver con el hecho de que con el reciclado la sustancia pierde valor, además de que resulta mucho más barato (especialmente con el desplome de los precios de los petroquímicos) y eficiente producirlo nuevo.

Otros datos preocupantes que he encontrado últimamente, datos que normalmente desconocemos, porque no solemos asociar un insignificante recipiente desechable de café con algo de tanta dimensión, son, entre otros:

-La industria del plástico usa tanto petróleo como el sector de la aviación, es decir, del 8 al 10 por ciento de la producción total de petróleo. Y teniendo en cuenta el incremento que se prevé en el sector, podría llegar a ser un 20 por ciento en 2050.

-Cada minuto se vierte en el océano una cantidad de desecho plástico correspondiente a un camión lleno. (este dato viene de un artículo de antes de la pandemia, por lo que ahora podría ser un poco más). Cada minuto.

-Un tercio de todo el plástico que se produce es lo que se llama polietileno, el más barato (es tan barato que hasta nos podrían pagar para que las usemos), y del cual salen esas condenadas bolsas plásticas que después terminan enredadas en los cuellos de las tortugas marinas.

Por el momento, un mundo libre de plástico no parece más que una ilusión.

 

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Etienne Girardet, Unsplash

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2 opiniones en “Sobre plástico y pandemia – Los desechos de la Covid-19”

  1. Una más que penosa crónica la que nos compartes, Amira; una de las tantas aristas que nos deja esta pandemia que estamos sufriendo. Lo peor es que todos los avances que se habían conseguido para la eliminación de plásticos, ahora, gracias a la excusa de la pandemia (bien aprovechada por el lobby correspondiente) quieren ser revertidos ¿y cuando la pandemia acabe? Porque en algún momento lo hará… Pues nada, cuando todo acabe ellos olvidarán convenientemente la nueva realidad y seguirán invadiendo el mundo con plástico y más plástico de todos los colores.
    Se ha hablado mucho de qué sucederá cuando volvamos a la «nueva normalidad» (valga la paradójica expresión); lo que nos cuentas en tu crónica nos hace seguir siendo pesimistas, mal que nos pese.

    Un abrazo.

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