Sobre dopaje y otros consumos

LaceArmstrongAhora que se corre de nuevo el Tour de Francia, el tema del dopaje reaparece en las noticias. Nunca nos vamos a olvidar de Lace Armstrong. El mundo no va a perdonárselo nunca. Y sin embargo, lo que Armstrong hizo, el engaño, no se diferencia mucho de lo que hacen a diario algunos poetas, escritores, y artistas de todas las variantes para realzar los resultados de sus obras. Y a estos últimos no hay quien los baje del pedestal.

¡Cuántas grandes obras maestras de la literatura, la pintura no han sido realizadas bajo los efectos de alguna substancia psicoactiva! Y a pesar de ello nadie critica a sus autores por drogadictos. No se retiran los libros de un poeta de las librerías porque sus poemas no hubieran sido escritos en perfecto estado de lucidez, ni se quitan las obras de un artista de las muestras en galerías y museos por muy alcohólico reconocido que éste sea.

L' absinthe (1876), Edgar Degas
L’ absinthe (1876), Edgar Degas

Al contrario, se habla con fascinación de los profundos resultados de una pieza obtenidos, por ejemplo, por el uso de la absenta entre escritores, músicos y artistas de la Belle Époque. El uso de la absenta induciría la inspiración. ¡Cuántas letras de lindas canciones en los años sesenta y setenta no habrán surgido inspiradas por el humo de la marihuana! Y cuántas grandes obras más, gracias a la cocaína, o al whiskey. Hace unos meses leí el libro Europe Central del escritor estadounidense William Vollmann, y mientras leía las 750 densas páginas de la obra me decía que esas páginas parecían haber sido escritas bajo el efecto de la cocaína. Hay un estilo en la escritura que hace recordar la euforia, la vehemencia, el ímpetu de alguien que ha estado esnifando regularmente clorhidrato de cocaína. Hurgando después en internet sobre el autor encontré que, efectivamente, tiene una hoja de vida asociada al consumo de crack de cocaína. Lo interesante es que se trata de un libro magistral que seguramente Vollmann no habría escrito de esa misma manera si no hubiera recurrido a la droga. Sin drogas hubiera resultado otro libro. ¿Mejor? ¿Peor? ¡Quién sabe!

¿Por qué en ciertas esferas (asociadas al trabajo intelectual y artístico) se ‘acepta’ el uso de drogas mientras que se rechaza categóricamente en otras como en las deportivas y en las que requieren de un esfuerzo físico? ¿Por qué no se habla de dopaje (doping) en las bellas artes?

Se me dirá que es porque el artista es un trabajador solitario en cambio el ciclista del Tour de Francia está compitiendo con muchos más y no es justo para los que no se dopan competir con los que sí lo hacen porque esto les da ventajas. De modo que, o se dopan todos en la misma medida o no lo hace nadie.

lobo-wall-streetPero el ‘dopaje’ cubre un espectro más amplio. Se sabe que mucha gente consume sustancias para aumentar las horas de producción en su trabajo. Los estudiantes consumen ciertas pastillas que los mantienen despiertos toda la noche cuando tienen que preparar un examen importante para el día siguiente. De esta manera estarían jugándole sucio a los que no toman esas pastillas, porque a estos últimos les va a dar sueño antes de acabar de revisar la materia y obtendrán (quizás) un resultado más pobre en el examen. Y es bien conocido el caso del consumo generalizado de drogas entre los corredores de bolsa de Wall Street para poder mantenerse más largo tiempo alerta y soportar la presión del trabajo. Después puede que tengan problemas con la justicia por consumir sustancias ilegales pero el trabajo mismo realizado, los logros conseguidos gracias al efecto de la sustancia, estos nadie los pone en cuestión.

Lords of the drinks [http://lordsofthedrinks.com/2014/07/15/ernest-hemingway-nobel-prize-winning-author-and-a-huge-drunk/ ]
Lords of the drinks [http://lordsofthedrinks.com/2014/07/15/ernest-hemingway-nobel-prize-winning-author-and-a-huge-drunk/ ]
Parece menos evidente que en el deporte, pero en realidad, la competencia siempre está presente en las actividades humanas, en el mundo académico y científico (Paul Erdos, un matemático genial de origen húngaro consumía anfetaminas para inspirarse en las matemáticas), en el de los negocios (Steve Jobs decía que su creatividad tenía que ver con el LSD), e incluso en el de las letras y las bellas artes. De no haber sido por el alcohol Hemingway no habría sido Hemingway sino tal vez un desconocido escritorcito estadounidense.  ¡Cuántos ganadores de premios literarios y artísticos no habrán recurrido a alguna forma de droga para encontrar la inspiración!

Aclaro que no quiero justificar a los deportistas que se dopan, solamente llamar la atención sobre la desigualdad del trato que reciben.

A Lace Armstrong le retiraron los siete títulos ganados en el Tour y lo suspendieron de por vida. Pasará a la historia como un gran mentiroso, un tramposo, un farsante, etcétera. La historia le borrará de un trazo el enorme esfuerzo – pues, ¡cómo no reconocer que a pesar del dopaje, las victorias fueron el resultado de un enorme esfuerzo! – la disciplina, y la intensa preparación para ganar siete veces el Tour habiendo estado antes enfermo de cáncer. Con su carácter, si Armstrong hubiera sido un cocainómano gerente de empresa o un escritor alcohólico, hoy estaría disfrutando del éxito.

 

2 opiniones en “Sobre dopaje y otros consumos”

  1. Llo creo que deverian tener competiciones internacionales sanas con examenes de sangre, hormonas, I drogas. I otras nacionales sin examenes sanguineos I que puedan usar qualquier «alluda» que quiran para ganar o jugar mejor. Son sus cuerpos I ellos mismos serian culpables por las consequencias a su propia salud.

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  2. Excelente el enfoque, cosas que vemos pero alguien nos lo hacer ver de nueva manera. Leyendo este tu tan acertado punto de vista, de pronto se me ocurre que la diferencia de trato o la razón del mismo, quiero que sea así, se deba a que el deporte es actividad donde la niñez y la juventud se mira y es precisamente, el sector más vulnerable en la proliferación de drogas… pensando luego de leído tu escrito y el panorama que nos haces ver, cierto es que debería, llegado a este punto del partido, que bien podría haber un punto de inflexión y sería más humano, que las empresas y organismos relacionados al imputado, motivaran campañas más agresivas anti dopajes y se involucrarán en los intentos de rehabilitar al «angel caído» pues con su esfuerzo y también con su adicción, les dio de ganar, no? La droga es un monstruo real y ha de aceptarse como tal para a partir de allí crear caminos de salvación y rehabilitación, sobre todo en miras a salvar la juventud y sobre todo, al ser humano…

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