
¿Terminará convirtiéndose la colección en botín de guerra?
Imagínate que les pides prestado el coche a tus vecinos por un mes y ellos generosamente te lo prestan. Pero cuando llega el momento de devolver el coche resulta que los vecinos se han peleado y se han separado, ya no viven juntos. Entonces como no sabes a cuál de los dos entregarle el coche, decides guardártelo para ti. Bueno, eso es lo que está haciendo un museo de Ámsterdam, el Allard Pierson Museum, con la colección de antiguas piezas de oro, hallazgos arqueológicos escitas, que le prestaron varios museos de Crimea a comienzos de 2014.
Resulta que durante la exposición, Crimea, oro y secretos del Mar Negro, en el mencionado museo de Ámsterdam se produjeron ciertos trastornos geopolíticos en el mundo que conllevaron a que Ucrania perdiera la península de Crimea al declararse ésta república independiente y ser anexada por la Federación Rusia. Así pues, los museos que habían prestado sus piezas dejaron de ser museos ucranianos para convertirse en museos rusos. Y el museo Allard Pierson resolvió que, una vez concluida la exhibición, ante la duda de quién era ahora el verdadero propietario de los cientos de objetos de oro prestados, mejor no los devolvía.
El Estado de Ucrania dice que se trata de un tesoro de Estado por eso le corresponde, pero para los museos de Crimea lo que cuenta es lo establecido en el contrato de préstamo, que dice que los objetos deben retornar a Crimea después de la exposición. Mientras tanto, con el argumento de que no quiere tener problemas con ninguna de las dos partes, Holanda se guarda el tesoro. Que es como quedarse con el coche de los vecinos para no quedar mal ni con ella ni con él, quedando mal con ambos.
Para acabar de complicar las cosas, en julio de 2014 mientras todo esto estaba en juego, el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, que había salido de Ámsterdam con una mayoría de pasajeros holandeses, fue derribado en territorio ucraniano por un misil probablemente disparado por error por separatistas pro-rusos. Aunque las sospechas de esto último tienen bastante fundamento, esto todavía no ha quedado plenamente verificado. Sin embargo, lo más importante en occidente no es si los responsables fueron efectivamente separatistas pro-rusos sino si esos separatistas contaron para esa acción con el apoyo de Rusia. Es decir, con el apoyo de esa misma Rusia agresiva y expansionista de Vladimir Putin que ahora, indirectamente, !tiene el descaro de exigir la devolución del oro de Crimea!
Creo que es bastante desafortunado que estas dos cosas se hayan mezclado. Los Países Bajos vienen impulsando (con Malasia) últimamente la creación de un tribunal internacional para juzgar a los culpables del derribo del avión. En Holanda y en otros países de Europa occidental se ha ido escalando un ánimo anti ruso. Hace poco leí un artículo en la prensa holandesa en el que alguien de manera insensata y en un tono claramente guerrerista y desafiante a Rusia, propone quedarse definitivamente con el tesoro de Crimea, como botín de guerra, hasta que se resuelva el caso del avión.

¡Botín de guerra! ¿Entonces ya estamos en guerra con Rusia? ¿No le queda un poco mal a un país que se considera moderno y democrático como Holanda apropiarse del arte de los otros? Parece que en materia de saqueos y otras barbaridades no hay modernidad que valga.
Por el momento sigue en curso la demanda que presentaron los museos de Crimea ante un tribunal de Ámsterdam exigiendo que el Allard Pierson les devuelva las valiosas piezas. Con lo politizado que está el caso quién sabe cómo se va a resolver, pero si de mí dependiera, hace tiempo habría mandado de vuelta el tesoro de los escitas al sitio en donde corresponden en Crimea. Porque aunque me caiga mal Putin y el putinismo, ¿no es obvio que esto es lo justo?