OXI

ReferendoUn NO inesperado y temido por algunos, y deseado por muchos otros.

Todos los que durante la semana pasada estuvimos siguiendo las noticias sobre Grecia en los grandes medios de prensa de los países europeos llegamos a convencernos –algunos de nosotros con no poca inquietud– de que iba a ganar el SI.

De haberse comportado de manera más objetiva, más imparcial, menos tendenciosa, y finalmente menos ignorante, la información de la gran prensa habría podido considerar la victoria del NO. Lo que no hizo, y como mucho se atrevieron a aventurar un pequeño margen de diferencia entre uno y otro bando.  La posibilidad de que ganara el NO les parecía tan descabellada a los grandes medios de prensa de Europa occidental que hasta último momento, a través de toda clase de análisis, columnas de opinión, reportajes, y artículos que siempre dejaban al Gobierno griego mal parado, estuvieron indirectamente haciendo ‘propaganda’ al SI, tomando partido, convenciendo al público de que el referendo griego debía ser un SI o SI, porque un NO sería la muerte de Grecia y nadie se puede imaginar que la mayoría de los griegos se quiera suicidar.

Foto de NDTV
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Y sin embargo a las nueve de la noche del domingo 5 de julio ya estaba claro que más del 60 por ciento de los griegos había dicho OXI. ¿Se habrían vuelto locos los griegos, se querrían suicidar?

Ni locos ni suicidas. Con su respuesta los griegos sólo se expresaron de manera consecuente.

Un desafío que tiene este tipo de referendos es que tiene que sintetizar en una sola pregunta un  problema grande y complejo. A pesar de la crítica de algunos medios europeos a la supuestamente enrevesada pregunta del plebiscito griego, en realidad la pregunta no pudo ser más clara y precisa, teniendo en cuenta lo abigarrado del tema. Palabras más palabras menos, ¿debe Grecia aceptar las condiciones de austeridad que impone la troika (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional)?

troika-220x126Una pregunta que a final de cuentas también podría leerse como, ¿debe Europa seguir siendo gobernada como lo ha sido hasta ahora (para el beneficio de los grandes capitales antes que el de la gente común y corriente? De manera lúcida los griegos en su mayoría respondieron que no. Un NO, además, que en este caso representó también un claro rechazo a los partidos políticos y gobiernos anteriores a Syriza, responsables ellos también de la crisis en la que sumieron al país.

Viéndolo bien, lo descabellado hubiera sido que ganara el SI. ¿Por qué va la gente a votar en su contra? Muchos en Europa quisieron presentar el referendo como una aceptación o rechazo de los griegos a Europa. Esta fue una interpretación malintencionada y hasta cierto punto ‘terrorista’ porque buscaba generar malestar, poner en confrontación al pueblo griego con los pueblos de otros países de la Unión Europea.

El rechazo no es a Europa sino al modelo de Europa que han estado creando en Bruselas los poderosos de las finanzas y de la política. Fue a ese modelo que la gente dijo NO.

Mercopress
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Lo que viene ahora todavía está por verse, pero de hecho se verá pronto.  “El riesgo de colapso de los bancos griegos deja el país en manos de Mario Draghi: si el BCE no eleva los fondos de emergencia, el sistema financiero puede declararse en bancarrota y llevar la crisis a un escenario catastrófico”. [El País de hoy]  Ojalá que Draghi, Lagarde, Merkel y todos los que manejan los hilos del poder se dejen aconsejar por gente como el economista Jeffrey Sachs quien en un reciente artículo, Una salida para Grecia, entre otras cosas, le recuerdan a la señora Merkel dos situaciones contrapuestas de la historia de la Alemania del siglo XX: según la primera, después de la primera guerra mundial, la presión de los acreedores estadounidenses contribuyó a profundizar la inestabilidad financiera de Alemania dando indirectamente origen al surgimiento de Hitler en 1933 y a todo lo que sabemos que sucedió después; la segunda muestra cómo en los años cincuenta Alemania se benefició de un importante alivio de su deuda externa, gracias a lo cual el país pudo impulsar su economía y todo lo que sabemos que ha sucedido después.

Si nos pusiéramos a sacar lecciones de la historia para hacer pronósticos sobre lo que podría pasar en Grecia, entonces lo que viene podría ser un desarrollo feliz o convertirse en una pesadilla en progreso… no sólo para los griegos sino tarde o temprano para todos.

Recomiendo también la lectura del artículo del editorialista del New York Times, Paul Krugman, Ending Greece’s Bleeding.

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