Llegará una época, eso espero, en la que la gente comentará aterrada hablando de sus antepasados: ¡Se comían a los animales, qué bárbaros!

Una noticia destacada hoy en la prensa alemana es la de una vaca fugitiva «extremadamente agresiva» contra la cual se desplegó un gran operativo policial con varios carros y un helicóptero. Los hechos sucedieron en un pueblo de Bavaria, y se dice que la vaca atacó a su dueño, destrozó un invernadero y dañó una motocicleta y un coche patrulla.

¿No será esta vaca bávara una especie de pionera en la lucha por la liberación de los animales, contra la explotación industrial de vacas, cerdos y gallinas que nacen, crecen torturados, y mueren destinados a ser comidos por los humanos como carne? La rebelión de las vacas. Tema para una historia de ciencia ficción.

Aquí un pequeño ejemplo de lo que le hacen en una granja suiza a las vacas para «mejorarles la digestión», o sea, la calidad de la carne en la que se va a convertir el animal dentro de poco.

¡Grrrr! Alguien escribió en los comentarios de este vídeo en Youtube que esto parece una película de horror. En efecto.

Parece que ya se ha sabido de otros casos de vacas que han intentado huir de sus corrales en busca de una vida mejor. A la vaca de la noticia, al final un veterinario le disparó un dardo tranquilizante. Pobrecilla, de todos modos fue un buen intento.

Si frente al filete que nos vamos a comer la próxima vez pensáramos un momento en una imagen como esta: 

… quizás lo pensaríamos dos veces antes de hincar el tenedor.