Una mezquita liberal en el corazón de Berlín

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Mezquita Ibn Ruschd-Goethe (foto:Eijsvoogel)

Desde hace unas semanas, la noticia de que una mujer había abierto una mezquita liberal en pleno centro de Berlín viene desatando una gran controversia en Alemania y en el mundo islámico.

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Ates el día de la apertura de la mezquita. Foto de DW

Tras este proyecto está Seyran Ates, una alemana de origen turco, activista por los derechos de las mujeres y la paz. En su mezquita todo el mundo es bienvenido, es decir, musulmanes sunitas, chiitas, alauitas, etc., mujeres con o sin el velo islámico, y gente de la comunidad LGTBQ. Además, las mujeres pueden orar al lado de los hombres, algo prohibido en el islam tradicional en el que mujeres y hombres rezan en espacios separados. El principio que inspira esta iniciativa es la necesidad de modernizar el islam, y de sentar un precedente de tolerancia en épocas en que el islam radical parece ganar espacio en el mundo.

Una cosa segura es que el islam ha llegado a Europa para quedarse. Esto no lo va a cambiar ni la legislación anti inmigrante más rígida. Pero será un islam europeizado, lo que quiere decir, que la práctica de esa religión adoptará normas y costumbres europeas. Mezquitas liberales como ésta de Berlín (que ya existen en otros país occidentales) representan un primer paso importante.

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Averroes – Wikipedia

Un dato interesante: el nombre de la mezquita es Ibn Ruschd-Goethe, que combina el nombre del erudito y filósofo árabe cordobés del siglo XII, Averroes, con el del poeta alemán Johann Wolfgang von Goethe.

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Goethe – Wikipedia

Por cierto, Goethe era un experto orientalista, y escribió extensamente sobre el intercambio de ideas entre oriente y occidente. Goethe llegó incluso a declararse musulmán, algo que quizá no muchos en Alemania saben.

Otro dato interesante es que la mezquina funciona en el tercer piso de una iglesia evangélica, la St Johannis, en el barrio de Moabit, en el centro de la ciudad. Otro ejemplo de tolerancia.

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Como es de imaginar, en estas épocas en las que lo que resuena es un islam ortodoxo y fundamentalista, la nueva mezquita liberal ha provocado muchísimas reacciones hostiles, no solo de países islámicos, como Turquía y Egipto, sino de la comunidad musulmana de Alemania.

No se sabe exactamente cuántos musulmanes viven en Alemania. Redondeando las cifras, se podría hablar, según datos oficiales de hace dos años, de unos cinco millones. Con la reciente llegada al país de refugiados procedentes predominantemente de países musulmanes, esta cifra puede haberse incrementado. Qué porcentaje de esta población sería susceptible de aceptar un islam liberal como el que propone la señora Ates es algo muy difícil de establecer, pero por el momento no se puede ser muy optimista. Las tendencias hoy día en el islam se inclinan hacia el fundamentalismo. Gobiernos de países como Turquía están desmantelando la estructura secular del sistema para integrar cada vez más elementos religiosos en el funcionamiento de la sociedad. Muchos de los imanes que predican en las mezquitas alemanas y de otros países de Europa tienen problemas con los temas de libertad, igualdad, derechos homosexuales, y son monolíticos, no aceptan críticas. La tendencia no es liberal sino conservadora. Extremadamente conservadora.

Es en este ambiente ‘regresivo’ que se inscribe la iniciativa de esta mezquita liberal de Berlín. Pues hay también muchos musulmanes europeos que no están de acuerdo con la intolerancia y el anacronismo que imponen las autoridades religiosas, y que no quieren ir a una mezquita a escuchar la prédica de un imán retrógrada. Es gente como Seyran Ates, que comienzan a construir un islam europeo (occidental), apto para el contexto europeo de hoy, un espacio en donde predomina la libertad de expresión y donde las mujeres se visten como quieren. A Ates le preocupa que los radicales se hayan apropiado de su religión para justificar el terrorismo. Esto es algo que ha desacreditado el islam en los ojos del resto del mundo. Hay que cambiar esta imagen. Las reacciones en Alemania, en medios de prensa y políticos, han sido unánimemente positivas. Todos celebran el surgimiento de este islam emancipado.

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Manifestación de apoyo a Erdogan en Estambul, julio 2016

Pero no será fácil. Religión y política -hoy y siempre- se entrecruzan y complican las realidades. La comunidad turca de Alemania, al menos la que más se hace oír, tiende a simpatizar con el régimen de Erdogan y a condenar, como ya lo han hecho, estas movidas liberales. Le han criticado a la señora Ates no solo el hecho de predicar sin velo sino de tener simpatías por los kurdos y por Fethullah Gulen, los grandes enemigos del Gobierno turco. El debate ha adquirido un tono emocional. Dicen que ella está creando una nueva religión y que esto no es el verdadero islam. Le han invadido el buzón de su email con mensajes agresivos e incluso amenazas de muerte. Se está considerando la posibilidad de ponerle vigilancia policial a la mezquita.

PolizeiEs así que la mezquita liberal ha venido indirectamente a agitar la sociedad alemana ahondando el muy sensitivo debate sobre el islam. Y tal como sugiere un comentarista de la Deutsche Welle, que se pregunta si el islam liberal no será una quimera, quizá sería mejor que la prensa y los políticos alemanes no se pronunciaran a favor de ninguna práctica específica del islam, porque esto genera desconfianza entre los creyentes, y los efectos podrían ser contraproducentes.

Yo estoy convencida de que finalmente habrá un islam europeo. Pero antes de que eso suceda realmente, deberá correr bastante sangre y pólvora por las calles de las ciudades del continente.

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4 comentarios

  1. Muy buen artículo, Amira! En su obra «La Jihad», Gilles Keppel señala justamente eso: que el Islam se adaptó a las culturas regionales. Por lo tanto es muy diferente el rigorista de Arabia Saudí, al multicolor de Indonesia. Lo mismo sucedió con el catolicismo, como ha sucedido por ejemplo en el nordeste de Brasil, donde se mezcla con el umbanda.

    Ojalá que el ejemplo de esta mezquita cunda! Las religiones deberían servir para hacer a los humanos más buenos entre sí y con su entorno, no como arma arrojadiza de ningún fanatismo.

    Voy a tomar el caso, para conversarlo con mis alumnos, cuando hablemos de Geografía Cutlural.

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    • Gracias por tu comentario, Alvaro. Me parece muy pertinente la comparación con otras religiones en otras épocas y en otras partes del mundo. El problema en estos años es el fanatismo religioso y el terrorismo asociado al islam. Este último es la expresión de una pequeña minoría pero causa mucho daño. La señora de esta mezquita recibe a diario numerosas amenazas de muerte. Mucha gente que quisiera ir a esa mezquita quizá no se atreve por miedo a un ataque. Son obstáculos fuertes que frenan el proceso. Vamos a ver qué pasa. Saludos.

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  2. Así es. Nadie cree en eso hoy. Sin embargo, yo pienso que, después de mucho dolor (la señora Ates ha recibido cientos de amenazas de muerte) terminará por surgir un islam ‘domesticado’,

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  3. Siempre hay un comienzo……y el camino de un Islam que se occidentalize, por dinámicas propias de la realidad y la historia, va ser muy tortuoso.

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