Hoy, 19 de junio de 2013, se suponía que iba a ser el día más caluroso desde que se lleva registro de las temperaturas en Holanda. Desde hace días vienen los meteorólogos del país amenazando con la alta cifra a la que podría subir hoy el mercurio y anunciando todas las precauciones que habría que tomar para sobrevivir la canícula. Algunos, los más atrevidos, se arrriesgaron a pronosticar hasta los 40 grados. Aunque el promedio de los climatólogos se puso de acuerdo en que serían unos 38 grados y unas pocas décimas. Algo ya bastante excepcional para un país acostumbrado a veranos de 20 grados.
Y claro, como siempre sucede en estos casos en los que un récord podría estar a punto de romperse, no demoraron en aparecer en la prensa los datos de cuando se registró en el país una temperatura similar. Fue el 23 de agosto de 1944 con un máximo de 38,5 grados. Las apuestas de los últimos días en el país se dirigieron a especular si lograría el 19 de junio de 2013 superar al 23 de agosto de 1944.
Yo siempre he dicho que en esta parte del mundo, cuando las predicciones meteorológicas mencionan las temperaturas posibles para los días o el día siguiente, bien se le pueden restar diez grados a la cifra anunciada sin temor a equivocarse. Siempre termina haciendo más frío de lo pronosticado. Esta vez me equivoqué. No han sido diez sino catorce. Los temidos 38 grados – para algunos temidos para otros, como yo, anhelados – han terminado convertidos en sólo 24, con cielo cubierto y ventisca. No me quiero ni imaginar a toda esa gente semi desnuda ‘pasando frío’ en las playas. Todos los que confiaron en los 38 grados prometidos.
A estas alturas del día ya nada hace pensar que nos espera una ola de calor en las próximas horas. Las apuestas han quedado resueltas. ¿Cuándo habrá otro 23 de agosto de 1944?
Quién sabe. Lo bueno es que el verano de 2013 apenas está empezando. Oficialmente ni siquiera ha empezado. El 21 de junio es el solsticio de verano. A partir de ahí tendremos tres meses en los que, con suerte, podrían suceder unos buenos días de calor, que después de este largo invierno buena falta nos hace. Tres meses de ilusión. Porque en esta parte del planeta el verano es solamente una ilusión (una ficción) de la que salimos cuando nos damos cuenta de que ya está bien avanzado septiembre y ya están comenzando a aparecer las primeras señales del otoño. ¡Qué injusticia!
[…] después del 20 de agosto ya se sabía que el verano había sido una vez más una ilusión no cumplida, y había que esperar al año próximo a ver si teníamos más suerte con las horas de sol. Este […]
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