No me había dado cuenta de la cantidad de ropa que descarta la gente, y la frecuencia con la que lo hace, hasta que en mi barrio, Prenzlauer Berg, pusieron unos contenedores para la ropa vieja. Siempre están a tope, como se ve en la imagen:

No me había dado cuenta de la cantidad de ropa que descarta la gente, y la frecuencia con la que lo hace, hasta que en mi barrio, Prenzlauer Berg, pusieron unos contenedores para la ropa vieja. Siempre están a tope, como se ve en la imagen:
