La cabeza de Caravaggio

y sus obras perdidas

La decapitación de San Juan Bautista, 1608 –

Si creemos las especulaciones que hace el escritor holandés Ilja Leonard Pfeijffer en su novela Grand Hotel Europa, entre los últimos cuadros que pintara el artista italiano Caravaggio, varios representan figuras sin cabeza, o a punto de perderla. Esto se se debería a que en el año 1606, Caravaggio asesinó a un hombre, y por este crimen fue condenado a ser decapitado por cualquier persona que se lo encontrara en el camino. Uno de estos cuadros es La decapitación de San Juan Bautista (1608), la única pintura de Caravaggio que tiene su firma, un detalle más importante de lo que parece, porque la falta de firma en sus cuadros se va a prestar después para confusiones. Otro es Salomé sostiene la cabeza de Juan el Bautista (1607), y uno más, posiblemente su última obra, David con la cabeza de Goliat (1609-1610). Un dato interesante al respecto es que en los tres casos, Caravaggio pinta su propia cabeza. Haciendo su autorretrato, Caravaggio estaría expresando su temor a morir de la misma forma.

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