Caja de Pandora – #MeToo

metoo-img
http://www.document.no

Al igual que muchos, yo he estado siguiendo de cerca las noticias alrededor del fenómeno #MeToo en el mundo. Es raro el día que no aparecen nuevas revelaciones de hombres poderosos que han usado ese poder para abusar sexualmente de mujeres que están en una posición de debilidad frente a ellos. El caso más reciente en Alemania es el del director de cine, Dieter Wedel, que una actriz acusa de intento de violación.

Todo comenzó cuando el periódico New York Times publicó una serie de abusos del magnate de Hollywood, Harvey Weinstein, a lo que pronto se sumó una serie de denuncias similares, ya no solamente en el mundo del cine sino en muchos otros ámbitos. Desde octubre del año pasado, cuando se creó el hashtag MeToo, se ha reproducido millones de veces en todo el mundo. Hay versiones en otras lenguas, como #BalanceTonPorc, en francés. Es la primera vez que el tema del abuso sexual se toma en serio a esta escala, y parece imposible pensar que este movimiento no vaya a tener un impacto duradero en la sociedad.

wein (1)
Imagen de Vice.com

Por un artículo en El País de ayer me entero de que en España, el MeToo se llama La Caja de Pandora. Por ahora es nada más un grupo privado en Facebook que recoge testimonios de abusos, nombres, ámbitos, etc. con el fin de hacerlos públicos en algún momento. Pues bien, las españolas no pudieron encontrar un nombre más adecuado para designar este fenómeno, pues es exactamente lo que ha hecho el #MeToo: abrir una caja de pandora que era necesario que se abriera.

Pandora_opening_her_box_by_James_Gillray
Wikipedia

En la mitología griega, Pandora es la primera mujer creada en el mundo. Es la Eva bíblica. La versión más conocida de la historia de Pandora cuenta que, Zeus, para vengarse de Prometeo por haberle dado el fuego a los humanos, le envía a su hermano Epimeteo, una mujer como regalo: Pandora. Un regalo envenenado, porque la bella llegó con una tinaja cerrada, y la prohibición de abrirla. La perversión de los dioses estuvo en que, al crear a Pandora, le indujeron el espíritu de la curiosidad. Ellos sabían que ella no iba a resistir la tentación de abrir la tinaja, liberando toda clase de calamidades.

En la interpretación patriarcal del mundo, la mujer es fuente del mal. Además, un mal que fue creado para el placer del hombre: Eva con la manzana provoca la expulsión del paraíso. Al abrir la caja, Pandora desata las desgracias de la enfermedad, la guerra, la pobreza. En la historia milenaria de la humanidad, hubo que esperar al siglo XX de esta era, con todas sus transformaciones, para que las mujeres, como grupo humano, comenzaran a tener visibilidad de una manera distinta a la de madre, esposa, hija. Comenzaran a tener voz propia y derechos políticos y sociales.

Pandora. VasijaEn, Pandora y Helena de Troya, estereotipos misóginos, una entrada reciente en el excelente blog La audacia de Aquiles, las autoras proponen una interpretación de Pandora que le viene como anillo al dedo a este movimiento de protesta. Una vez abierta la tinaja, Pandora se da cuenta del peligro. Sabía que pronto la maldición de los dioses y la furia de toda la raza humana también caería sobre ella. Pero al mismo tiempo una extraña sensación de satisfacción se apoderó de ella. Al menos había hecho algo. Entonces se le aparece Atenea –la diosa que simboliza la guerra, la civilización, la sabiduría, la ciencia, la justicia, la estrategia–, la más ‘masculina’ de todas las diosas del Olimpo. Atenea llega con buenas noticias. Le dice que el objetivo de la caja era ser abierta. Era una maldición, pero toda maldición viene acompañada de una bendición. Le dice que mire bien en la caja porque todavía queda algo ahí adentro. En el fondo de la caja estaba la esperanza. “Pandora cerró los ojos, y de repente una ráfaga de visiones estalló en su mente. Infinitas generaciones de mujeres, de las cuales ella fue la primera. Algunas padecieron la lucha, pero otras encontraron paz e incluso felicidad con los hombres de sus vidas…”.

El hecho de que se haya abierto esa caja (o que se esté amenazando con abrirla, como en España) es la mejor señal del avance de las mujeres en la sociedad de hoy. Hace un siglo esto hubiera sido impensable. Es justamente porque cada vez hay más mujeres en posiciones destacadas que ha sido factible dar estos pasos.

LeMondePero, parodiando a Atenea en sentido contrario, como toda bendición, el #MeToo viene acompañado de una maldición. No todas las mujeres están muy contentas con este fenómeno. Un grupo de francesas famosas, entre las cuales Catherine Deneuve, publicó en el periódico Le Monde un editorial defendiendo la libertad de molestar (importuner, es la palabra que usan en francés) como algo indispensable para la libertad sexual. Defienden la galantería, que no ven como una agresión machista, y creen que esta protesta sitúa a la mujer en el rol de la eterna víctima, entre otros argumentos. Así pues, se estaría poniendo en riesgo la liberación sexual de las mujeres que comenzó en la década del sesenta del siglo pasado, y podría haber un regreso al puritanismo.

Tarde o temprano este tipo de reacción se iba a presentar. Porque es un tema complejo que envuelve demasiados aspectos y matices, y no se puede reducir a una historia de buenos y malos. O mejor, de buenas y malos.

MAtwood
Margaret Atwood

Con toda la justicia que inspira el movimiento #MeToo –porque es verdad que hay tipos abusadores como Weinstein, y eso todo el mundo lo sabe– tiene aspectos problemáticos, como el de que ha terminado promoviendo acusaciones públicas de individuos específicos, dándole a la protesta un carácter de caza de brujas. En esto me apoyo en las declaraciones de la escritora canadiense Margaret Atwood, alguien a quien nadie se atrevería a acusar de anti feminista. Ella señala que estas acusaciones –que se hacen por internet porque, también es verdad, no hay otra manera de hacerlas con contundencia– eluden las vías legales. El individuo nombrado es automáticamente acusado. Su reputación destruida sin que le hayan dado la oportunidad de defenderse en una corte. Como se hacían antes las lapidaciones. Alguien era señalado de criminal, y la gente comenzaba a arrojarle piedras hasta que lo mataban.

Volviendo a Pandora, en el fondo de la tinaja se hallaba la esperanza. #MeToo ha servido para llamar la atención de un comportamiento abusivo, machista, de fuerza, de poder que se ha expresado desde siempre en la historia y en todas las sociedades. Un comportamiento inaceptable en la moderna sociedad occidental, democrática, en la que se supone que esas cosas no están permitidas legalmente. Es un movimiento que tiene el potencial de ayudar a que vaya cambiando la percepción que se tiene de la mujer como objeto sexual, a la disposición del que tiene el poder para tomárselo.

El mundo de hoy es distinto al de hace setenta años. Las mujeres han ganado espacios en los ámbitos más diversos. Y aunque a una mujer de hoy se le puede presentar todavía un Weinstein que le agarre las tetas si le da la gana, su posición es, no obstante, bastante mejor que la que tenía su abuela hace siete décadas. De todos modos, se va a necesitar más tiempo para erradicar la mentalidad patriarcal dominante fundada en siglos y siglos de cultura e historia. Pero hay esperanza. #MeToo es una buena señal. Ojalá que se sepa aprovechar racionalmente.

Anuncio publicitario

5 comentarios

  1. Hola Amira,
    Excelente post y abordaje del fenónemo #metoo (reconozco que aprendí sobre el hashtag en cuestión gracias a tu publicación).
    Es cierto lo que destacas. Que no hay nada más positivo, en el marco de esta problemática de abuso sexual, sea éste evidente o sutil…, que «abrir la caja de Pandora»… Hay un efecto de contagio, que es favorable, pues a cada caso revelado, responde otro. Esto supone una embestida a estrategias machistas de dominio a través del poder del sexo y las insinuaciones del mismo calibre. Interesante lo que planteabas de Atwood… Entiendo su planteo, pero creo que una denuncia no se vuelve legítima por el mero hecho de respetar los canales «legales», existiendo tantos otros modos igualmente efectivos.
    Muchísimas gracias por la remisión al post escrito en colaboración con Carolee Croft. ❤ Un abrazo.

    Me gusta

    • Gracias por tu comentario, Aquileana. Yo estoy de acuerdo con Margaret Atwood. Ella fue criticada porque tomó posición a favor de un profesor de una universidad en Canadá que al parecer había sido señalado por alumnas. No conozco bien los detalles del caso.
      Yo creo en el Estado de derecho. Cuando las leyes no son ‘buenas’, hay que pelear para cambiarlas, mejorarlas. Pero, en principio, hay que seguirse por las leyes.
      En estas épocas, se acusa a través de las redes sociales en internet, y la persona en cuestión queda destrozada. Aunque sea de verdad culpable, esta no es la manera.
      Un abrazo.

      Le gusta a 1 persona

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.