Juventud, un tesoro no tan divino

Si el futuro del planeta está en manos de los jóvenes de hoy, entonces, ¡sálvese quien pueda!

Hace poco me llegó a los ojos en la pantalla, un artículo en el que dos famosos ancianos de edad bastante avanzada, pero aún muy lúcidos, les recomiendan a los jóvenes de hoy no caer en el consumismo. Pepe Mujica (88) y Noam Chomsky (95) piden a los jóvenes que luchen por el futuro de la humanidad. Una lucha que no exige más que pararle al consumo desmesurado vigente en estos tiempos. ¿Lo harán?

Estos dos hombre son brillantes, yo los admiro, pero pedirles a los menores de 30 que no se dejen seducir por el consumismo, que paren de comprar cada dos años el último iPhone, los últimos Adidas, que no se vayan cinco veces al año de vacaciones en avión al otro lado del mundo, y que no estén deseosos de comprarse el último SUV eléctrico… Es decir, esperar que los ‘Millenials’, los ‘Zoomers’ o como se llamen, oigan esta clase de consejos, tiene algo de quijotesco, por decir lo menos. Es ahí en donde se nota que Pepe y Noam son unos ancianos desconectados de la realidad de la juventud actual, esa que avanza en modo Insta y TikTok.

Cuando les preguntan hoy a los adolescentes de un colegio en cualquier ciudad del mundo, qué quieren ser cuando grandes, un alto porcentaje dice que quiere ser rico, viajar mucho por el mundo, poseer cosas lujosas, y los que menos quieren, quieren al menos ser influencers. ¡Risas! Cuando les preguntan si no les preocupa de algún modo el tema del clima, responden que, sí claro, por eso quieren comprar un Tesla eléctrico. Y en la mayoría de los casos, ni saben que estos carros llamados ‘limpios’ cuestan no poca degradación ambiental y maltrato humano en las regiones donde se explotan las materias primas para su fabricación. No lo saben porque no leen la prensa que habla de estos temas, y las noticias les vienen dadas de manera incidental por las redes sociales de las que son usuarios. Así, mientras buscan entretenimiento y diversión en esas redes, se topan por casualidad con unas imágenes sobre un incendio en Grecia, o una inundación en Pakistán. Cosas feas de estas que pasan en otros lugares del mundo. La información que ofrecen estos canales es de carácter efectista, sin ningún tipo de análisis.

Imagen de Jingxi-Lau, en Unsplash

Por eso, en un mundo en donde, supuestamente, hay una enorme cantidad de información al alcance de todos en Internet, el problema de esta generación de jóvenes que ha crecido jugando con el computador y la tablet, es, paradójicamente, la ignorancia. Estos chicos no se enteran de lo que pasa en el mundo real. Y no hay peor ignorante que aquel que no sabe que lo es. Muy pocos sabrán que en la Grecia antigua vivió un sabio que decía “Solo sé que nada sé”. A lo que añadió otro sabio del siglo XX, Popper, “… y a veces ni eso”. Al contrario, creen que saben mucho porque poseen una inteligencia digital que les permite manipular hábilmente el smartphone.

Claro, yo entiendo que Chomsky y Mujica tengan la esperanza de que los jóvenes le hagan la guerra al consumismo. Tal vez porque piensan en el ejemplo de Greta Thunberg. Pero, ¿cuántas Gretas hay en el mundo? Poquísimas, por desgracia. En Europa vemos a veces grupos de jovencitos protestando contra la energía fósil, la contaminación del ambiente, etc. En las fotos de la prensa parece que fueran muchísimos, y no pensamos en que estos chicos y chicas de las fotos de las manifestaciones representan en verdad una pequeña minoría. La mayoría es invisible, salvo por la cantidad de basura que producen después de un festival pop en algún parque urbano. El estado en el que queda un sitio en donde se haya celebrado un concierto juvenil, desechos plásticos, botellas, miles de cajas de pizza y toda clase de restos de junk food, nos hace enarcar las cejas: ¿la gente que ha cometido tal patanería es la que va a salvar el planeta?

Por eso me da risa cuando pienso que el futuro de planeta está hoy en manos de gente para quien los héroes no se parecen a Pepe Mujica viviendo una vida simple y feliz, sino a Elon Musk, un multimillonario paranoico que sueña con ser el amo del mundo.

Pero, ¿quién no ha sido alguna vez joven e irresponsable? Nunca un ser humano es más estúpido que en los años de su juventud. La insensatez es parte de esa edad. Pero, así como no todos las jóvenes sueñan con comprar una cartera Gucci, no todos los viejos se parecen a Pepe Mujica. El consumismo no tiene edad. La gente, en general, de todas las edades, tendemos a pensar primero en el interés propio e inmediato. Qué me conviene a mí ahora, y no qué nos conviene a todos como humanidad dentro de veinte o treinta años. Porque esto último suena muy abstracto.

Siendo justos, no se puede descargar la responsabilidad del futuro solamente en los Zoomers. Ya les llegará el momento a los jóvenes de hoy de afrontar las consecuencias del consumismo que se practica en estos tiempos de manera tan irreflexiva. Pero en ese momento ya será tarde, habrán dejado de ser jóvenes, y tal vez canten con Rubén Darío:

4 opiniones en “Juventud, un tesoro no tan divino”

  1. Comparto tu reflexión. No le veo salida de corto, mediano, ni largo plazo al consumismo y la destrucción del planeta a la que conlleva. No hay concejo que valga, ni alarmas, ni el explícito deterioro del planeta y de los valores humanos que de manera masiva conmuevan a las nuevas generaciones. Los ancianos por respetables que sean lo que hicieron de hecho ya lo hicieron; sus logros no cambiaran la compleja y conflictiva realidad actual y menos la futura.

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    1. El problema con el impulso de comprar cosas es que no se sacia nunca. El sistema económico en el que vivimos ha sabido aprovechar bien esa condición tan humana (ningún animal la tiene) de acumular cosas.

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