Asteroide

— Imagen de earthsky.org —

Ahora que se ha conocido la noticia de que un asteroide podría chocar con la Tierra en diciembre de 2032, no pude evitar acordarme de la película Don’t Look Up, una comedia satírica en la que dos astrónomos intentan infructuosamente prevenir a la humanidad de la caída de un gigantesco cometa que acabará con la civilización humana. Mientras que el Elon Musk de la película calcula las maneras de sacarle provecho económico a la enorme piedra, y prepara su escape a otro planeta.

redbubble.com

El otro día, buscando en los medios noticias que me distrajeran de… las noticias (Trump, Putin, guerra en Ucrania, Gaza, fascismo en ascenso, y otros temitas depresivos por el estilo) me encontré con esta historia del Asteroide 2024 YR4, un peñasco que se calcula tiene una extensión de entre 50 y 90 metros, y que de caer en una ciudad a una velocidad de 17 km por segundo, como se supone que caería, podría dejar a todos sus habitantes fritos. Por ahora no están muy claras aún las posibilidades de que la roca golpee a la Tierra. Y mucho menos de que caiga en una ciudad. Y habrá que esperar hasta 2028, cuando el asteroide en su órbita se acerque otra vez a nuestro planeta, para calcular con más certeza el riesgo de impacto.

Mientras tanto, me pregunto si, al igual que en la mencionada película de ficción, los grandes empresarios del mundo real, están valorando ya sus opciones de negocio con este enorme peñasco que, si no los mata, les caerá como una bendición del cielo. Pues, quién sabe qué minerales valiosos pueda contener, aprovechables para la industria tecnológica, siempre hambrienta de nuevos y exóticos metales.

Imagen de: doisemumplay.com.br

Y me pregunto también, si la posible caída de este asteroide no estará propiciando que Elon Musk acelere su proyecto de SpaceX a Marte, cosa de que esté a tiempo de ponerse a salvo en su colonia marciana, en caso de que el golpe en la Tierra resulte más grave que los pronósticos dados hasta el momento.

Porque, de momento, aunque las probabilidades de caída de la piedra se han reducido a menos del uno por ciento, este es un porcentaje menos despreciable de lo que parece, si se tiene en cuenta que es más factible que nos caiga el asteroide a que nos caiga el premio gordo de la lotería de España que, como todos los años, juega justamente ese 23 de diciembre de 2032.

Bueno, esperemos que no nos caiga ninguna roca en la cabeza, y que Musk se largue a Marte y se quede por aquellos contornos… para siempre. Y pensar que me resulta más relajante leer noticias sobre un meteorito que amenaza destruir la Tierra que leer sobre las amenazas de Donald Trump de destruir el sistema democrático de Occidente. Debe ser porque quizá el nuevo presidente de Estados Unidos es él mismo como una fuerte pedrada al mundo.

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