Del burka al burkini

burqa¡Prohibir o no prohibir, vaya dilema!

Así como está prohibido salir completamente desnudo a la calle, es lógico que se quiera prohibir que la gente salga completamente cubierta.

burqa2La prohibición del burka (y niqab) en espacios públicos, que ya existe en países como Francia y Bélgica, y que ahora se discute en Alemania, debería verse como algo que trasciende los ámbitos de la religión y la política y tratarse como un tema de urbanidad. Si todo el mundo lleva encima algo de ropa, es incómodo ver a alguien en pelota. De la misma manera como incomoda ver a alguien tapado de la cabeza a los pies. Así como el nudismo se confina a lugares claramente determinados, es lógico que el burkismo se restrinja también a lugares reservados, no públicos. Yo estoy, pues, por la prohibición del burka en la calle, incluso a pesar de la carga política negativa que esto tiene.

BurqiniLa discusión que se desarrolla por estos días en Francia sobre el uso del burkini no tiene nada que ver con una ofensa a las normas de urbanidad. Una cosa es el burka y otra muy distinta el burkini –que no debería llamarse ‘burkini’ porque no cubre el rostro– y lo que tienen en común es ser prendas ideológicamente muy cargadas. Asociamos el burkini con el sometimiento de las mujeres musulmanas a una sociedad y prácticas religiosas machistas. Y aunque hay mucho de verdad en esto, no justifica su proscripción. Del mismo modo que en ninguna parte se prohíbe el velo islámico que no cubre la cara, aunque también es visto como símbolo de opresión. Una prohibición innecesaria del burkini solo va a generar más polémica –como si no hubiera bastante ya con estos temas– que nada más serviría para radicalizar más a mujeres que de otro modo podrían estar dispuestas a ir paulatinamente en contra de este tipo de hábitos y costumbres asociados a su religión.

Un comentarista de la Deutsche Welle que está a favor del veto al burkini recuerda sin embargo que hace 300 años las mujeres europeas se cubrían el cabello con bonetes y que hace cien años se bañaban en el mar completamente vestidas. Miren esta imagen de finales del siglo XIX: mujer-despues-de-los-40_bikini

http://mujerdespuesdelos40.blogspot.de/2013/07/030713-efemerides-el-3-de-julio-de-1946.html

Antes de que apareciera el bikini moderno, los trajes de baño cubrían todo el torso y una parte de las piernas. Y a nadie le importaba. ¡Qué tal que alguien hubiera ido ese día a impedirles a esas mujeres de la imagen que entraran al agua con semejantes trajes de baño! Miren también esta imagen de unas monjas en una playa que ha circulado bastante en las redes sociales estos días. Es un buen ejemplo de que no hay incongruencia entre playa y ropa. Entonces, ¡por qué no dejar a las musulmanas que se metan con sus burkinis en la piscina! Monjitas

Así como las mujeres occidentales se fueron quitando paulatinamente la ropa con el paso del tiempo hasta llegar al bikini, así también lo harán las musulmanas que vivan o que vengan de visita a Europa. La burka, el niqab, el burkini, el chador, el hijab, y toda clase de prendas islámicas tenderán a desaparecer con el tiempo y por la influencia de los nuevos desarrollos sociales e históricos, entre otras cosas, porque no se han usado siempre, y porque, además, son simplemente prendas engorrosas y complicadas de llevar, y las mujeres se van a hartar de ponérselas. ¡Hay que ver lo mal que se lo pasan cuando el verano sube a los 30 grados y ellas van con su chador sudando en el metro de París, de Ámsterdam, o de Berlín! Pero hay que dejar que sean ellas mismas las que se las quiten. Con excepción del burka, que es un caso aparte, por las razones ya dadas.

Mientras escribía esta nota me topé con un buen artículo de opinión en el Huffington Post escrito por una politóloga de cultura musulmana que vive en Marruecos, quien apoya la propuesta de prohibición del burkini en Francia con argumentos contundentes: durante décadas las mujeres musulmanas han luchado por lograr voz y presencia en el espacio público de sus sociedades, por tener un rol activo en la sociedad y no solamente en el interior de sus hogares. La generación de su madre en Marruecos iba a la playa en moderno traje de baño. Que las mujeres tengan que ir ahora en burkini es una regresión. Si esto se permite, va a afectar los derechos que habían adquirido las mujeres de los países musulmanes, esas que no quieren usar ningún tipo de velo y que se rebelan contra la opresión de prácticas religiosas que consideran obsoletas. Estas mujeres musulmanas constituyen también un porcentaje importante de la población. Para ellas la permisión del burkini en Europa es un atentado a sus luchas de liberación.

Es verdad, tiene toda la razón. Pero, con esos mismos argumentos habría que oponerse también a la permisión del chador y del hijab. También esos velos que cubren el cabello son símbolos de regresión. Pero hasta ahora ni los políticos más anti-islámicos de los países europeos (como Geert Wilders en Holanda) se han atrevido a proponer una total proscripción del chador porque son conscientes del tremendo conflicto que esto desencadenaría.

Lo ideal sería que los líderes religiosos musulmanes de todas las vertientes se pusieran de acuerdo para suprimir la imposición de todo tipo de velo, y dejar a las mujeres la libertad de escoger su manera de vestir. Más aún, lo ideal sería que todas las musulmanas del mundo decidieran un día ellas mismas quitarse el velo de común acuerdo y reírse en la cara de los líderes religiosos, padres, maridos, hermanos y todos los hombres que hasta ahora se lo han impuesto.

Pero esto no va a pasar… al menos por un largo ahora. Desgraciadamente. Mientras tanto hay que tratar de vivir en relativa armonía, incluso a costa de herir algunos sentimientos. Eso quiere decir que, a quienes no les gusta el burkini con razones fundamentadas (como las de las musulmanas liberales, por un lado, o las de los sectores anti islámicos, por el otro), deban tolerarlo con el fin de amortiguar más choques culturales.

Además…, yo creo que el burkini es incluso un pequeño ‘progreso’ para las jóvenes musulmanas, en comparación con el hecho de meterse al agua completamente vestidas con la ropa de calle. Y para terminar, un detalle gracioso: las romanas de la antigüedad ya conocían el bikini. Miren esta imagen: Romanas

Mosaico conocido como “Chicas en bikini” , de la villa romana del Casale, Sicilia (Italia). Circa 300 d. C. (marjorieross.com)

Tuvieron que pasar casi veinte siglos para que lo redescubrieran.

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